Publications and Research
Document Type
Article
Publication Date
2015
Abstract
Este estudio ofrece una aproximación teórica a la metáfora arbórea empleada por Elena Quiroga en La sangre, obra publicada en 1952. La autora santanderina, casi desconocida en el panorama literario de la posguerra española, sitúa a un castaño como narrador y testigo principal de los hechos de la novela. La figura del árbol-narrador se abre a diversas cuestiones en torno a la preservación y reconstrucción de la memoria histórica, así como de la posición marginal de la intelectualidad femenina durante las primeras décadas del franquismo.
La imaginería arbórea no se limita a la obra quiroguiana, sino que se repite en otros textos de la época como Las ataduras de Carmen Martín Gaite o La enredadera de Josefina Aldecoa, entre otras. Se trata de un grupo de escritoras que recurren al recurso narrativo arbóreo con el fin de construir una voz estética propia, y expresar disconformidad frente al legado cultural opresivo y patriarchal del momento.
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This article was originally published in Lucero, available at https://escholarship.org/uc/item/3vm0t02w.